martes, 28 de abril de 2009

Quién podrá ayudarme ahora?, no hay nadie que quiera en esta ciudad. Si tan sólo podría quedarme dormido y no volver a despertar. Conozco el buen vino y conozco el peor, pero envenenarme también me enseñó. Se que es bueno tener al diablo de amigo en alguna ocasión. Cuando hasta mi sombra estorve sabrán disculpar, me voy a marchar, aunque a nadie ya le importe ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario